(Omar Salgado)
Son muchos los hombres y mujeres que han predicado la palabra del maestro, que han alimentado los hambrientos, llevando una palabra de Esperanza a las cárceles, a los lugares más alejados de la Tierra, son muchos los que han padecido persecución y han sido muertos en su nombre; es por eso que nuestro ministerio misión nueva vida destinará esta semana completa a la oración para que la palabra del Reino de Dios llegue hasta los confines del mundo; incluso con la fuerza de un huracán venza las Barrera de aquellos países que se oponen al mensaje divino y los habitantes de aquel país puedan conocer la palabra de amor y restauración que provienen del maestro Jesucristo; *aquel que dijo Yo soy el camino la verdad y la vida nadie viene a mí Padre (Dios) Si no es por mí.
¿Qué nos aleja de Dios?
Las sutiles mentiras de las teorías humanas que nos quieren indicar que pecar, es simplemente una experiencia.
Que si nos equivocamos, estamos experimentando; cuando en realidad dejarnos llevar por la tentación, el egoísmo, la avaricia, es desconocer los mandatos bíblicos y hacer lo que supuestamente nos beneficia personalmente, a costa del perjuicio de los demás. Eso amigos míos tiene el peso de una vieja palabra, es cometer pecado; por eso es tan importante arrepentirnos y recibir el perdón de Jesucristo para que nuestra alma y nuestra esperanza de eternidad sea una realidad mediante el perdón; por la gracia de Dios nuestra liberación es una cosa ya realizada por el maestro mediante el bautismo, la muerte en cruz y la resurrección.
Cuando en esta semana santa volvamos a ver alguna película, o escuchemos algún mensaje de los evangelios relacionado con la vida de Cristo fortalezcamos nuestra fe y permitamos que la palabra de Dios penetre como espada en nuestro espíritu y nos libere del pecado y de la muerte.
Para leer en su Biblia
*6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Juan 14.6)
**Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y solo acepta a los que confían en Jesús.
(Romanos 3. 24 Al 26)